Tiempo para los hijos
Por Adriana Coloma
Hace algunos años leí, y creo que gran parte de nosotros hemos leído, la historia titulada “El niño que quiere ser televisión”. En conclusión esta historia cuenta la realidad que vive un niño al ver que sus padres pasan gran parte de su tiempo frente al televisor y la importancia que todos le prestan a este aparato. La historia concluye sobre la gran necesidad que los niños tienen de compartir tiempo con sus padres.
Hoy en día en gran parte de las familias tanto el esposo como la esposa tienen largas jornadas de trabajo. Los niños desde muy temprano salen a sus estudios y en la tarde tienen clases extracurriculares como talleres o deportes con la finalidad de ocupar su tiempo. Recién al caer la noche es cuando por fin la familia se reúne en el hogar pero lamentablemente este poco tiempo no se lo usa adecuadamente ya que la mayoría de padres o madres llegan a casa agotados y cada uno se dedica a cumplir sus funciones para el siguiente día. Incluso se ha estudiado que en la mayoría de hogares el escaso tiempo que se comparte en familia se lo dedica al celular o a la televisión, dejando a los hijos en último lugar. Esto evidencia que la tecnología se ha convertido en un obstáculo muy grande para la comunicación familiar.
Es curioso que una gran parte de los padres se da cuenta del muy poco tiempo compartido pero en realidad no se plantean o fijan propósitos para mejorar esto y al contrario siempre buscan pretextos, escusas y demás con tal de justificarse. Lamentablemente el ejemplo dado se hereda a los hijos los cuales prefieren estar en la televisión o en el celular antes que compartir con su familia. Y no es necesario tener mucho tiempo para cumplir bien nuestra labor de padres. Al contrario necesitamos de calidad no de cantidad de tiempo para nuestros hijos y el aprender a escuchar nos va a hacer caer en cuenta de muchos errores fáciles de corregir.
Hoy en día podemos tener la certeza de decir que sin duda la historia del niño que quería ser televisión se vuelve a repetir sólo que ahora será “el niño que quiere ser celular” y seguramente más adelante este dispositivo será suplantado por un nuevo avance tecnológico. Consideremos y concienticemos el tiempo de calidad que merecen nuestros hijos y compartamos a diario estos momentos tan necesarios.